(EDITORIAL): Discriminemos contra...

En mi vida laboral tengo que hacer negocios con mucha gente: linda, fea, blanca, negra, hombres y mujeres.
No discrimino contra ninguno. Excepto los gordos.


Y me refiero a los gordos-cerdos, no los que cargan con algunos kilitos rebeldes o que le hacen asco al gimnasio. Los que en el agua fácilmente pasan por un hipopótamo. Desconfío de estos gordos. ¿Si no pueden controlar lo que se ponen en la boca, como puedo confiarles mi dinero? Si su imagen no les importa, ¿por qué les molestaría el estigma de estafarme? Y si no les importa cuidar su salud, su perspectiva de vida, ¿por qué tendría que importarles algo tanto más trivial como mis fondos?
Como dice Ricky Gervais (que como se ve en la foto, algo entendió), la gordura no es algo que te pasa: ibas caminando por la calle, te tropezás y al levantarte... ¡carajo! ¡Peso el doble!  Son años dedicados a los postres.

Estar gordo no es una enfermedad. Es cierto que hay cosas que ayudan, pero en general es algo auto infligido. Como dice un amigo, no hay gordos en Etiopia... Si bien me restringiría en reírme de gente con discapacidades reales (menos los enanos, que son tan graciosos, todos chiquititos), los gordos me parecen fair game como sujeto de chistes. Y lo refuerzo días como hoy cuando en el desayuno buffet del hotel, adelante mío esta esa señora, cada uno de sus glúteos del tamaño de una gran sandía, y ambos envueltos en un pantalón de lycra que debe haber comprado, para rematar, en una tienda de deportes. Mientras me servía un yogurt con cereal el cetáceo en spandex se hartaba el plato de huevos, bacon, salchichas y remataba con tostadas - fritas. Que no me vengan a hablar de gordura glandular.

Y el sistema, cuando no dirigido por la suprema idiotez del political correctness, no ayuda en nada: si en USA le decís a alguien gordo te vas preso, previo pago de 1 millón de dólares. Los talles de ropa han crecido: lo que era un 36 hacen diez anos hoy es un 34 - el gordo sigue comprando el mismo talle de pantalones, ignorante que el pantalón en el interín es el que se agrando. Todos los negocios lo hacen, el que no arriesga perder como cliente a los gordos, cada vez un porcentaje mayor de los americanos. Y las gordas ahora se autodenominan "Big Girls", mucho más aceptable que el término correcto, "morbidly obese". En una de las empresas en las que trabaje si estabas 'suficientemente' gordo volabas en business... ¡conquista social!

¿Por qué una chica que sería un 8 cómodo, lindos ojos, pelo cobrizo, boca sexy, voz tierna y personalidad simpática se carga con 100 kilos extra de pura carne Australiana? En un huracán vería pasar camiones de bombero volando a su alrededor mientras ella seguiría firmemente anclada al piso. Eso es una ventaja. Pero fuera de la meteorología extrema la pobre esta jodida: se muere de calor todo el tiempo, su corazón especificado para 70 kilos tiene que suplir 170. Las rodillas, tobillos, órganos - todos le queda chico, lo cual le reduce la vida útil.

Dudley Moore en una de sus películas le da a su hijo un sólo consejo "las gordas gozan mas". La teoría de la compensación: Giselle Bundchen que está buenísima debe ser un paquete en la cama, y el ballenato de Recursos Humanos debe ser un placer de tan agradecida. Engaño puro: Giselle debe ser un avión y a la gorda lo único que se le debe mover es la grasa, en ondas que arrancan en la panza, pasan por los pechos y terminan en la papada.

Es cierto que hay un mercado para todo, y que la gente tiene que hacer lo que la haga feliz, pero creo que decirles a los obesos que está todo bien no los ayuda en nada. Se van a morir más jóvenes. O van a vivir con más problemas de los que alguien con su edad y genética debería.

Boicot a los gordos. Por su bien.


Sergio Sapio

1 comment:

Sergio said...

Estimado Sergio,
Soy gordo cerdo y obeso, mas o menos como la gente que Ud. pone en la foto.
Me tiene sin cuidado lo que Ud. opine sobre gente fisonómicamente parecida a mi, no obstante deseo expresarle algunas opiniones al respecto.
Nadie es como quiere ser aunque nos esforcemos en creerlo.
La obesidad es una enfermedad no deseada que padecemos millones de personas, especialmente en los países de mejor estandar de vida.
Ud. desconfía de los hipopótamos en las piscinas, porqué mejor no desconfía de los gobernantes y banqueros que nos fornican a todos?
Por su forma de plantear las cosas, en particular este tema, creo que Ud. es muy jóven y cree todavía que nada malo le va a ocurrir a Ud.
Pero recuerde este comentario y si fuere posible cuénteme como ve el tema cuando tenga algo más que 50.
Un detalle más, no veo la relación del dinero. Nunca conocí una relación lógica entre la integridad moral, el peso del individuo y el dinero.
Quizás haya descubierto Ud. una nueva ley entre lo médico, lo social y lo económico.
Si es así póngalo en los foros pertinentes y será acreedor del próximo Nobel en economía, sociedad y ciencias.